“República de los Niños” es el primer parque temático recreativo de América Latina. Se encuentra ubicado en el municipio de La Plata (Argentina). El predio pertenecía al antiguo campo de golf “Swift Golf Club”, destinado a los dueños de los frigoríficos ingleses que estaban asentados en la región. La construcción comenzó en 1949 y fue financiado con fondos provinciales a través del Instituto Inversor de la Provincia de Buenos Aires. Luego de dos intensos años de obra, el Parque fue inaugurado en 1951 por el presidente Juan Domingo Perón. El principal propósito de su fundación fue el esparcimiento recreativo y educacional de los niños.
Asimismo, se buscó que los niños descubran la esencia de su rol como futuros ciudadanos para vivir en democracia, que reconozcan las instituciones sociales básicas y, principalmente, los derechos humanos y los derechos del niño. El predio, de 52 hectáreas, alberga a edificios con distintos estilos arquitectónicos, con influencias medievales, islámicas, europeas, que nuclean a actividades públicas, deportivas, bancarias, educativas, religiosas. La mayoría de ellas están situadas en un centro urbano realizado a escala de los niños. También incorporó diferentes especies arbóreas así como una extensa área verde y espejos de agua y una variada gama de aves acuáticas.
Las ideas detrás del Parque
El estado de bienestar y de cambio social de mediados del siglo XX se expresó en el proyecto del Parque, para brindar un espacio en el que los niños pudiesen experimentar de manera directa la importancia de la vida democrática, participando en la actividad de las instituciones cívicas que fundan y sustentan la nación, con la justicia social como motor y modelo de transformación.
El ejercicio de la actividad cívica fue uno de los objetivos pedagógicos principales para la “República de los Niños”. Se trató de un espacio para la educación y la preparación para la vida democrática de las nuevas generaciones, mediante la réplica de la imagen de república. Se concibió al Parque como instrumento cívico y pedagógico, de enseñanza y producción, como un espacio sistémico, entrelazando lo urbano y lo rural. De modo que cada edificio proyectado tuvo una función en sí mismo, que contribuía a la idea de totalidad.
La huerta, como centro de producción, tuvo como finalidad la enseñanza de la naturaleza. El tren que recorría el Parque, simulaba el sistema de transporte ferroviario existente en el país. La existencia de un pequeño puerto representaba a la actividad exportadora. Todos estos aspectos, planteados en reducidas dimensiones, buscaron mostrar el funcionamiento productivo del país en su momento para ser transmitido a las nuevas generaciones.
El Parque presenta espacios verdes parquizados, con una añeja arboleda y variedad de especies y una depresión central que, por su drenaje natural de las aguas, conforma un lago con islas. Cuenta con tres áreas: la urbana, la rural y la deportiva. El área urbana ofrece caminos, senderos, calles y una cantidad de edificios temáticos que definen un eje central denominado “Centro Cívico”, donde se concentran las instituciones del “Gobierno de la República”.
El objetivo fundacional fue construir los edificios a escala de los niños, para que ellos puedan vivenciar el desenvolvimiento de la vida democrática. El Centro Cívico se conforma por un conjunto de edificios públicos, ubicados en torno a la Plaza de las Américas, junto con la calle peatonal (donde se desarrollaba un sector comercial) y la Plaza San Martín.
Los edificios para el Centro Cívico
Numerosos fueron los edificios del Centro Cívico. Por un lado, la Casa de Gobierno, inspirada en un estilo gótico civil del norte de Europa. En su planta alta estaba el despacho presidencial, la Secretaría y el Salón de los Acuerdos. Y, en las alas laterales, los Ministerios de Economía, Obras y Servicios Públicos; Justicia; Relaciones Exteriores, Comercio Interior y Culto; Salud y Acción Social; Cultura y Educación; Defensa; Interior; Trabajo y Jefatura de Gabinete.
La Legislatura constituyó otro de los principales edificios del Centro Cívico. Era la sede de uno de los tres poderes en que se divide una república y ofrece un estilo gótico, en concordancia con el parlamento inglés. En este edificio se encuentran, entre otros, los recintos de las Cámara de Diputados y de Senadores, el Salón de los Pasos Perdidos y una torre de estilo medieval, inspirada en la torre del Palacio de la Signaría de Florencia.
Asimismo, el Palacio de Justicia se ubicó en el eje central del área urbana, frente al edificio de la Legislatura. Su fachada, así como la galería lateral y la interior, presentan un estilo gótico, inspirados en la arquitectura de los Países Bajos. Incluye un recinto para juicios orales, oficinas de los juzgados y una pequeña cárcel.
El Palacio de Cultura presenta características propias de la arquitectura mozárabe, a semejanza del Taj Mahal de Agra, India, con torres bulbosas, almenares, minaretes y ornamentación típica. Su patio interior, de estilo islámico, tiene reminiscencias del Patio de los Leones de la Alhambra, España. Es un patio rectangular rodeado por una galería de columnas y cuyo centro ocupa una fuente inspirada en la de los leones.
El Banco Infantil fue un edificio inspirado en el Palacio Ducal, uno de los más importantes de Venecia. Posee dos pisos. En el piso inferior se localizaba al personal que atendía a los niños y los sectores de caja de ahorro, préstamos personales y la caja. En el piso superior se realizaban las exposiciones temporales gratuitas.
La Capilla constituía un edificio de fachada normanda, que en su interior incorporaba líneas góticas, con vitrales y ojivas, y sobre el altar, un mural que representaba los principios fundamentales de la religión Católica Apostólica Romana. Es otra de las obras del Arquitecto Jorge Lima, proyectista de todos los edificios de la “República de los Niños”.
Frente a la Plaza de la Amistad se hallaban los edificios de: la Estación del Ferrocarril, los Cuarteles de Bomberos y de Policía, y la Estación de Servicio. En el área rural se localizaron; la Granja, el Estadio, la Pileta de Natación, edificios de las Fuerzas Armadas; un Anfiteatro, la Aduana, la Casa del Niño y un parque de juegos mecánicos.
Un instrumento cívico y pedagógico
El modelo de país postulaba la igualdad y la justicio social. Los derechos de los trabajadores cobraron una dimensión antes impensada. En ese marco se circunscribe el proyecto de la “República de los Niños”. Se trata de un espacio donde todos los niños del país, sin diferencia de clases, pudiesen jugar, aprender y sentirse adultos en democracia.
El Parque fue pensado como un espacio de enseñanza y producción, donde lo urbano y lo rural coexistían en favor una nación mejor, a imagen y semejanza de la idea de país instalada. Valores como la igualdad y la justicia se expresan en muy distintos estilos tomados como emblemáticos de cada uno de los edificios que debían representar y en donde dichos valores debían ejercitarse.
Un ejemplo de esto es el Palacio de Justicia, que tomó conceptos arquitectónicos de los Países Bajos, representativos de una pulcra imagen de administración legal. Para el Palacio Legislativo se tomó como ejemplo el Parlamento Inglés, cuya actividad legislativa fue modelo. Para el Palacio de Cultura se escogió al estilo árabe, como símbolo del desarrollo científico y tecnológico mundial.
De este modo se expresaban los valores que se pretendían transmitir. La reproducción de estos ejemplos tomados de otros países del mundo tuvo como motivación mostrar indirectamente qué nación se buscaba construir. En esta misma dirección, se debe destacar que la majestuosidad y lo ambicioso del proyecto tuvieron relación directa con el modelo deseado para una gran nación.
A más de medio siglo de su inauguración, el parque temático “República de los Niños” continúa fomentando aquellos valores que sustentaron su creación, orientados al esparcimiento recreativo y educacional de los niños en papel de ciudadanos y el desarrollo de la cultura infantil mediante el aprendizaje de la ciencia, la tecnología, la innovación y la experimentación.
© Guillermo TellaEn: Tella, Guillermo (2015), “Una Ciudad para los Niños: El primer parque temático de Buenos Aires”.
Alicante, España; Revista Digital I-Ambiente, El Portal del Medioambiente (marzo 23).